Una estufa de masa térmica es una estufa de leña, está echa
de masonería con una gran masa térmica de más de 500kg asta varias toneladas (tierra,
ladrillos refractarios, cerámica...) para suavizar y mejorar la difusión del
calor en el tiempo de 12 a
24H ver más. La difusión del calor es por radiación 80%, por convección es muy
poco 20%. Este modo de calefacción con madera es el más económica y sostenible.
El uso eficiente de la leña para calefaccionar y cocinar es de suma importancia
en estos momentos de crisis energética. Los altos costos del petróleo, el gas y
la electricidad será un tema prioritario para muchas familias en la era
post-petróleo que ya ha comenzado.
Las estufas de masa artesanales son a menudo fábrica de ladrillo u hormigón refractario.
A menudo son adaptables y flexibles según las necesidades (alimentación, la
estética, la opción de horno de pan, banco de calor, cocina, producción de agua
caliente...). El costo de producción se distribuye principalmente en la mano de
obra, al contrario de las estufas de masa industriales en que los gastos de
instalación son mucho más bajos. Las estufas industriales en serie son
prefabricadas y están disponibles en los catálogos pero tienen el inconveniente
de tener un costo elevado de ahí el interés de hacerla uno mismo.
Las estufas de masa térmica tienen siglos de uso empleadas en la antigua Roma
su ante pasado es sin duda el hipocausto (hipocausto en latín hypocaustum era
el sistema de calefacción por el suelo, inventado o perfeccionado por el
ingeniero romano Cayo Sergio). Con el tiempo el sistema fue evolucionado por
germanos y eslavos. En
el comienzo se construían básicamente con piedras unidas con arcilla, materiales
que fueron remplazados luego por ladrillos refractarios o piezas cerámicas
especiales. Desde los años 80, varios modelos se han desarrollado en Dinamarca,
Finlandia y Canadá, donde organizaciones de fabricantes realizarán pruebas
regulares para desarrollar la eficacia del sistema. Debido a sus muchas ventajas,
como la comodidad de su calor por radiación y el ahorro significativo de
combustible, y empujados por la corriente ecológica, este sistema de calefacción
se está extendiendo incluso en latitudes donde el clima es clemente.
El principio de la estufa de la masa térmica es de almacenar en la masa que lo
constituye la energía de una fogarada con el fin de devolver con regularidad y
poco a poco durante un largo período. Por lo general, una fogarada de una a dos
horas puede calentar durante veintidós horas, lo que permite al usuario hacer
una sola fogarada por día. Según la masa de la estufa, su superficie exterior y
el aislamiento de la casa, las fogaradas son más o menos numerosas y repartidas
de una a tres veces al día. Cuanto mayor sea la masa, menor es el número de
fogarada.
Para aumentar la eficacia de la fogarada, se utiliza el principio de de post combustión.
Para alcanzar este objetivo tenemos que aportar oxigeno en la primera cámara de
combustión y alcanzar una temperatura suficientemente elevada de los gases,
unos
600° C. Es necesario alcanzar esta temperatura para activar
en la segunda cámara la combustión de la creosota, sustancia alquitranada de
madera producida por la combustión incompleta de la primera quemada. La última
estratagema consiste en la creación de un torbellino en la segunda cámara para
favorecer la mezcla de los humos con este carburante por medio de pequeños
obstáculos puestos juiciosamente para causar tal efecto. La temperatura así
obtenida en la segunda cámara que se ubica por encima de la primera es del
orden de los 1000 ° C o más.
El combustible también es importante para lograr una
combustión completa. No por su calidad, pero por su grado de humedad, no debe superar
el 15-20% de su peso.
La estufa de mas térmica esta construida de manera que fluyan los humos hacia abajo
de los lado de las dos cámaras de combustión sobre alrededor de 2metros. Esta
distancia permite de difundir el calor a la masa por conductividad y así hacer pasar
los gases de unos 1000 ° C a la salida de la segunda cámara de combustión a más
o menos 110 ° C antes de dejar escapar por la chimenea.
En resumen: un combustible bien seco, con aporte de aire suficiente dará una
fogarada fogosa y corta, una hora aproximadamente, proporcionará máximo calor que
se almacenará en el cuerpo de la estufa que luego re-emitirá paulatinamente por
medio de infrarrojos a través de las paredes de la estufa. El calor que emite
es principalmente radiante (infrarrojo) (a menudo comparado con la acción del
sol) aportando rápidamente un suave calor confortable y homogéneo. Este modo de
propagación evita el braceo del polvo por una masa de aire calentada por
convección, de ahí una atmosfera agradable sobre todo para las personas con problemas
respiratorios. Respetuosos con el medio ambiente ya que los humos están mucho
menos cargados de partículas contaminantes,
gracias a una combustión casi completa, un consumo reducido de leña, poca
producción de ceniza, lo que hace de este sistema uno de los mas competente hoy
en día.
http://max.firespeaking.com/?p=22